Cuantas veces los recuerdos llegan a nuestra vida sin ser invitados, simplemente aparecen y recordamos hechos, personas, situaciones... una de estas noches pasadas cuando me encontraba de guardia en mi trabajo me visitaron (los recuerdos) trayendo a mi mente personas que pasaron por mi vida y hoy ya no están, simplemente se adelantaron en el camino al cielo, pero dejaron huellas profundas en el corazón.
Recordaba las ganas de vivir de algunos, la fe, la esperanza de la vida eterna y del reencuentro en la eternidad.
Que importante pasar por esta vida dejando huellas en los demás, marcando diferencias, tal ves simplemente con un apretón de manos, con una palabra de aliento en momentos difíciles, prestando el oído al triste y afligido, acciones tan sencillas, pero tan valiosas para quienes las necesitan.-
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